sábado, 28 de agosto de 2010

¿QUÉ ES UN CLOWN? II

"Un payaso no es un actor, un payaso es un payaso. Un actor puede componer un personaje a partir de ciertas consignas dadas por el director o por la obra que este interpretando, aunque no tengan nada que ver con su propia personalidad. Pero el payaso existe ya dentro de uno, es uno mismo. Como dijo Roberto Benigni: "El actor inventa o interpreta un personaje, mientras que el payaso encarna el suyo propio". Se trata de observarte, de ver como te mueves, como reaccionas, que tics tienes y entonces llevarlos al limite, a la locura. En cierta forma el clown se basa en tu propio ridiculo. Puedes tener diferentes tipos de clowns ¡¡¡tantos como personalidades en tu interior!!! Pero a pesar de ello habra uno de ellos que sera el predominante, el mas parecido a lo que somos. Ademas actualmente no se escriben obras para clowns, los clowns son siempre los creadores de sus propias obras.
Hay payasos y payasitos... no basta con maquillarse, ponerse un disfraz de ropas amplias de colores, una nariz y hacer muecas para ser payaso. Las sonrisas de plastico no sirven, han de ser autenticas. Hay muchos vendedores de globos, maquilladores de niños, animadores de fiestas infantiles... pero ser un verdadero clown es mucho mas que eso... Un verdadero payaso es aquel que no actua, sino que es, que no se esconde tras la mascara del maquillaje o la nariz (si es que lleva maquillaje o nariz). Para ser un verdadero payaso ha de ser honesto, desnudarse (metaforicamente hablando, o literalmente como Jango Edwards) delante de su publico, tener una vision comica de las cosas, "timing", mirar y ver, escuchar, estar atento, aprovechar todo lo que ocurre a su alrededor, tener intencion, ser claro, no pensar sino accionar, invocar, evocar, provocar. Como dijo Dario Fo: "Creer que se es payaso por ponerse una pelotilla roja en la nariz, un par de zapatos desmesurados y aullar con voz aguda, es una ingenuidad de idiotas".
El ser payaso no se aprende, esta dentro de cada uno de nosotros, es tan solo cuestion de dejarlo salir, de desaprender lo aprendido, de desprendernos de las murallas que hemos edificado para protegernos, de derrumbar las mascaras que nos hemos ido poniendo con lo años y dejar aflorar al niño que todos llevamos dentro y abrir la puerta a la locura interna."Alex Navarro.
"El clown no existe por separado del actor que lo interpreta.
Todos somos clowns, todos nos creemos guapos, inteligentes y fuertes, aunque en realidad cada uno tenemos nuestras debilidades, nuestro lado ridículo, que cuando se manifiestan hacen reír.
El descubrimiento de que una debilidad personal podía transformarse en fuerza teatral, fue de la mayor trascendencia para la puesta a punto de un acercamiento personalizado de los clowns a la búsqueda “de su propio clown”.
La búsqueda del propio clown es, en primer lugar, la búsqueda del lado irrisorio de uno mismo. El actor no tiene que entrar en un personaje preestablecido sino que debe descubrir en sí mismo la parte clownezca que lo habita. Cuanto menos se defienda, cuanto menos trate de interpretar un personaje, cuanto mas se deje sorprender el actor por sus propias debilidades, con más fuerza aparecerá su clown.
Sobre todo no debe representar un papel, sino dejar que surja la inocencia que hay en él y que se manifieste con motivo del “fracaso”, del desastre de su presentación.
No es posible enumerar los temas de trabajo de los clowns: para ellos la vida entera es un tema clownezco. Cuando el actor entra en escena llevando su pequeña nariz roja, su rostro manifiesta un estado de indefensa disponibilidad. Cree que es recibido con toda la simpatía del público (del mundo) y se sorprende por el silencio con que lo acogen.
El clown es el que “acepta el fracaso”, el que malogra su número, y con ello coloca al espectador en un estado de superioridad. A través de ese fracaso, el clown revela su profunda naturaleza humana que nos emociona y nos hace reír.
La gran dificultad consiste en encontrar de entrada la medida justa, en interpretar verdaderamente a partir de la propia persona y en no “hacer el clown”. Si se convierte en espectador de su propio ridículo, el actor está perdido. No se juega a ser clown, uno lo es, cuando su naturaleza profunda se manifiesta.
A diferencia de otros personajes teatrales, el clown tiene un contacto directo e inmediato con el público, sólo puede vivir con y bajo la mirada de los demás. No se “hace el clown” ante un público, se actúa con él.
Con el clown les pido que sean ellos mismos lo más profundamente posible y que observen el efecto que producen en el mundo, es decir en el público. Ahora viven la experiencia, cara a cara con el público, de la libertad y la autenticidad.
El clown no tiene necesidad de conflictos: está en conflicto permanente, sobre todo consigo mismo.
Cada clown manifiesta intensamente su parte irrisoria y, a veces, su dimensión trágica." Jacques Lecoq “El cuerpo poético” (fragmento)
Navegando en mis emociones...camino a encontrar mi mejor yo = )
( aquella que es más sincera, primaria, apasionada y transparente!)

Publicado por Pipa Pispireta

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