El Clown es una de las mayores artes de la vida, tal vez la más grande, y es del todo imposible aprenderla de nadie.
Esa es la belleza del clown. Carece de toda técnica y, por consiguiente, de toda autoridad.
Cuando aprendemos de nosotros mismos, nos observamos, observamos nuestra forma de andar, cómo comemos, lo que decimos, el odio, los celos, si te das cuenta de todo eso en ti y sin elección alguna, eso formará parte de tu clown. De modo que el clown puede tener lugar sentado en un autobús, caminando por los bosques,escuchando el canto de las aves o contemplando el rostro de un ser amado.
La improvisación es un camino personal, un viaje al interior del alma.
La palabra inprovisación se suele utilizar para descalificar el que no es profesional, algo pensado de antemano. Lo que sucede es que, para que una improvisación funcione, son necesarios algunos elementos y un saber. En los años de trabajo en la calle he aprendido a hacer perdurar la improvisación por encima del texto o esquemas establecidos, creando un a nueva forma de lenguaje. hay algo que parte del cuerpo, no de mente.
Esto requiere una concentración absoluta. tomo todo lo que hay a mi alrededor y lo transformo en discurso.
Antes sólo tengo un esbozo del que podría ser. Pasa a ser algo lúdico.
Un nuevo saber .Una unidad mente ,cuerpo y emociones.
Pero sus juegos no constituyen una finalidad en sí mismos,sino que nacen siempre de una loca visión del mundo plena de realidad y de positivo optimismo
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